Mgr. Cristina Oroño

Psicóloga con perspectiva de género
Cristina Oroño

Programas y actividades para el cuidado de quienes cuidan

Todxs lxs que nos desempeñamos profesionalmente en la problemática de la violencia, somos testigxs de escuchas, escenas y relatos que nos afectan profundamente. Esto inevitablemente afecta la subjetividad de lxs profesionales.
Lxs profesionales son testigos y ofrecen escucha activa a hechos que en la mayoría de las veces forman parte de lo impensado. Hasta que se convierten en temas de conversación cotidiana. ¿Cómo seguir adelante, sin que afecte?.

La violencia es contaminante, afecta emocional y físicamente. Si bien no todas las personas pueden sentir estos efectos, está comprobado que muchas se alejan de este tipo de trabajo, poniendo barreras para protegerse del sufrimiento, la angustia y frustración.
Cuando se trata de violencia doméstica, se sienten cargadxs ante actos que parecerían ser la negación de la vida misma, la solidaridad y la confianza en los seres humanos, incluso de los vínculos más íntimos, ya que, como bien sabemos, una de las particularidades de la violencia de género, es la relación de afecto o consanguinidad entre la mujer víctima y agresor.

Es fundamental, encontrar herramientas para el autocuidado, que permita seguir adelante con la atención y no afecte la calidad de la prestación. Los efectos del desgaste profesional (es una posible manifestación) presenta distintas formas: desimplicación, sobreimplicación, etc. Y termina en el temible burnout. Actualmente hay extensa bibliografía que da cuenta de los efectos de ser testigx, al decir de Susana Velázquez (2002): trauma vicario, desgaste profesional por empatía, burnout, entre otros.

Muchas veces los equipos solicitan capacitaciones cuando en realidad, necesitan un espacio de cuidado. Desde la experiencia tanto personal como laboral, es importante buscar y pensar herramientas de autocuidado, para mitigar el desgaste que produce este quehacer.

Las modalidades de encuentro para el cuidado de los equipos, puede darse en el espacio institucional, o bien como un espacio de cuidado personal.

Independientemente del marco, es muy importante formar parte un espacio que denominamos “ventilación emocional”, es decir, un espacio que permite vehiculizar las emociones que quedan obturadas ante la escucha de tanta crueldad, como sucede en la atención de la violencia de género.

Cuidar a quienes cuidan (equipos docentes, de justicia, de salud) es optimizar la atención, obtener mejores resultados y favorecer un clima laboral saludable.

Los principales temas que forman un Programa de atención hacia quienes cuidan son:
el cuidado del cuerpo.
la conexión con las emociones.
el reconocimiento de los sentimientos.
la revisión permanente de lo que hacemos diariamente.
las técnicas de “ventilación emocional”.

Este Programa se puede brindar en los espacios institucionales, o en grupos formados para tal fin. Para esto, hacemos una evaluación de las necesidades y demandas. Y pautamos la cantidad de encuentros.

LA REVOLUCIÓN DE LAS VIEJAS. ¿Quién cuida a quienes cuidan?, por VIOLETA MORAGA, Nuestras Voces, 11/07/2021. Leer nota.